Todos los años la Fundación Casa de México en España celebra a lo grande el Día de Muertos. De octubre a noviembre se puede visitar el Altar de Muertos inspirado en el viaje del mundo de los muertos al mundo de los vivos a través de los sentidos. El altar es diseñado todos los años por algún prestigioso artista (Eugenio Caballero, en 2024) Además del altar, la fundación prepara muchas más actividades que permiten conocer más a fondo esta bella tradición.
Fundación Casa de México en España, en su misión de mostrar y dar a conocer las tradiciones de México, celebra la octava edición de su conocido altar de muertos
En 2024 la casa estuvo intervenida desde la fachada hasta la segunda planta, pasando por las escaleras y los pasillos. El diseño del altar y la intervención del resto de los espacios estaba basado en el viaje que hacen los difuntos para llegar, es decir, el recorrido del mundo de los muertos al mundo de los vivos y viceversa.
La vida y la muerte
La pieza central del altar fue un diseño de 30 metros cuadrados de Maru Calva inspirados en los dibujos del maestro artesano Javier Martínez Pedro que sugiere el camino que se inicia con la muerte y trae a los difuntos de regreso a la vida simbolizado en la ofrenda.
La dualidad es un concepto presente a lo largo de todo el recorrido que hace referencia a la forma en la que las culturas prehispánicas entendían la vida y la muerte: el día y la noche, la luna y el sol, el cielo y el inframundo, que se reflejan en los diferentes espacios escenográficos.
La dualidad de la vida y la muerte estaba representada en la fachada principal con 40 flores de cempasúchil tejidas en la técnica de las sillas Acapulco. La flor de cempasúchil simboliza el día de muertos en México, gracias a su color y aroma es uno de los elementos más representativos de las ofrendas. El color encendido de esta flor ilumina el camino y el aroma guía a las almas hacia el altar. La fachada se complementa con 9 calaveras monumentales que emulan la técnica del barro bruñido.